Ya sea nuevo en Bitcoin o un profesional experimentado en inversiones con criptodivisas digitales, es posible que aún no sepas mucho sobre los NTFs más allá de los grandes titulares que cada día informan sobre ventas multimillonarias.
Por ello, aquí vamos a preguntarnos qué son exactamente estos activos digitales y cuál es exactamente su vínculo con la industria del arte. Veamos el asunto más de cerca.
¿Qué es un NFT?
Bitcoin, Ethereum y otras tecnologías digitales se han promocionado como una alternativa moderna a las monedas físicas tradicionales. Pero ahora los NFT se han convertido en el equivalente digital de los coleccionables, algo que está cambiando el panorama de su compra y venta.
A pesar de que son el mejor ejemplo de hasta dónde puede llegar la imaginación y la creatividad digital, NFT son las siglas de un término poco inspirador como es 'Non-Fungible-Token'. En economía, los activos fungibles son activos basados en unidades que se pueden intercambiar fácilmente, como dinero en efectivo. Por ejemplo, cuando cambias €20 por dos billetes de €10, terminarás con el mismo valor total.
Cuando un activo no es fungible, este intercambio simple y equitativo no puede darse: el activo tiene algún tipo de propiedad única que hace que sea imposible intercambiarlo con otra cosa similar. Los activos no fungibles son únicos, únicos en su tipo, como una casa, una escultura o una pieza de diseño. Puedes comprar copias, pero solo habrá un original.
En el mundo digital, estos activos no fungibles únicos tienen su mejor ejemplo en el Bitcoin en el sentido de que pueden negociarse como cualquier otra cosa, pero no tienen forma física. En su lugar, lo que se compra es el certificado de propiedad de un activo físico o virtual. Y cuando se trata de arte, usted compra el original digital que luego puede reproducir a voluntad, porque tiene los derechos de propiedad originales.
¿Cómo funcionan?
Una pintura, escultura o artesanía tradicional puede ser extremadamente valiosa para fines de inversión porque es única y solo existe en su forma original. Esto contrasta con los archivos digitales que se pueden duplicar infinitamente con total comodidad. Con tokens no fungibles, las piezas de trabajo se pueden tokenizar para crear certificados de propiedad digital. Estos certificados son válidos para negociar y, por lo tanto, transferir la propiedad de los archivos de los que estamos hablando. Curiosamente, esta forma de token digital también se puede vender con un contrato inteligente adjunto, que servirá para darle al creador del mismo una comisión futura de cualquier venta de tokens.
Blockchain: una tecnología a tener en cuenta
Al igual que con Bitcoin, el registro de propiedad de la inversión en arte digital se lleva a cabo a través de la técnica de blockchain; el registro de las actividades sobre estas propiedades y sus transacciones se registra y actualiza continuamente. Debido a que la cadena de bloques se mantiene en una vasta red de miles de computadoras globales, es extremadamente segura y los registros no se pueden piratear ni falsificar.
¿Cuánto valen los NFTs?
Ha habido un gran interés en esta forma de creación digital, especialmente porque algunos trabajos de muy alto perfil se han vendido por cientos de miles de euros. ¡Incluso algunos memes se han vendido por grandes cantidades, como el meme del gato volador Nyan de 2011 que se vendió por más de £ 365,000 este año!
Y Grimes, la música y novia del multimillonario Elon Musk, vendió sus propias piezas de pintura digital por más de $6 millones. No es solo el diseño lo que se tokeniza y comercializa: ¡Jack Dorsey, el fundador de Twitter, ha recibido ofertas de más de 2,5 millones de dólares por el primer tuit de la plataforma! Incluso los cromos de fútbol se venden por sumas multimillonarias.
Los problemas
Al igual que con todas las actividades basadas en Internet, existe la preocupación de que esta forma de token simplemente agregue una carga ambiental con su actividad, ya que se libera carbono cada vez que alguien realiza una acción en línea: un clic, una vista, una transferencia o una actualización de la cadena de bloques, por ejemplo.
Tampoco hay nada que impida que las personas copien, compartan y reproduzcan diseños digitales, aunque sea propiedad de alguien. Por ejemplo, Beeple vendió recientemente una obra de arte digital por $69 millones, y la imagen en sí misma ha sido replicada y compartida numerosas veces.
En muchos casos, el creador aún conserva la propiedad de los derechos de autor, por lo que puede continuar produciendo copias y vendiéndolas. Pero el propietario del NTF es el titular del token y esto les da prueba de propiedad del original, ¡lo que sea que eso signifique en la práctica! Una buena analogía podría ser la compra de una impresión autografiada; una pieza de colección cuyos atributos especiales son vistos como valiosos por el comprador.
¿Durará esta forma de moneda digital?
Algunas personas piensan que actualmente podemos estar viviendo una burbuja en torno a estos productos que, tarde o temprano, estallará. Mike Winkelmann, más conocido como Beeple, ha dicho que hay una burbuja y que actualmente puede estar llegando a su punto máximo.
Otros simplemente ven los NFTs como coleccionables oficiales y el equivalente digital moderno de las tarjetas comerciales. Los subastadores tradicionales, como Charles Allsopp de Christie's, han dicho que el concepto no tiene sentido y es poco probable que dure. Pero ya sea este el caso o no, el hecho es que algunos artistas ya están ganando dinero con este tipo de venta y con el metaverso ahora como algo que está a la vuelta de la esquina, tal vez los propietarios de tokens pronto decorarán sus propios bienes raíces digitales con auténticas obras de arte digitales. ¡El arte en propiedad como el máximo símbolo de estatus!
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