La relación entre la mujer y la ciencia ha sido un camino difícil, al igual que ha ocurrido en el resto de áreas en las que ha tenido que ir haciéndose un lugar, algo que supone un detrimento para la excelencia científica y también para el desarrollo económico de un país. Aunque hayamos avanzado mucho desde que Concepción Arenal se tuviese que disfrazar de hombre para poder estudiar, es necesario preguntarnos qué podemos hacer como sociedad para aumentar la presencia femenina en carreras científicas, tecnológicas, ingenierías y matemáticas, a las que se conoce como carreras STEM.
Y es que mientras que en Química, Medicina y Biología la paridad es un hecho, en Física, Informática e ingenierías no podemos decir lo mismo. Son justo estas carreras las que se han convertido en sinónimo de futuro, con trabajos aún por aparecer y una demanda en aumento. Según el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, la demanda de profesionales en el ámbito digital crece a un ritmo del 4% anual.
La investigadora en el Instituto de Robótica e Informática Industrial del CSIC, Júlia Borràs, explica que reflexionar sobre el sesgo de género en ciencia “es complicado y fruto de muchos factores”. Según ella, “el problema está en edades mucho anteriores a lo que pensamos. Los estereotipos de género aparecen desde los cinco o seis años y hacen que desde pequeñas este tipo de actividades se llene a menudo de niños. Después, cuando creces, muchas van abandonando estas opciones en las que encuentras a pocas chicas, a menudo por presión social o por falta de referentes. Si a mayor edad tenemos un menor porcentaje de mujeres en carreras STEM, en doctorado es aún peor…”
Julia Borràs mostrando su libro La Berta y el robot Rob·ert
Para esta experta, que la mayor parte del profesorado de estas materias sean hombres y que los temas se presenten de forma poco atractiva para ellas también influye. Así, trabajar de forma creativa e impulsar iniciativas en las que se busque la presencia femenina, algo que hacemos en Ironhack como campañas como The algorithm is female, es una estrategia importante.
“Yo misma he creado un libro infantil para un taller de robótica con niños de parvulario en el que presento a algunas de las trabajadoras de mi instituto de robótica, algo que logra que muchas niñas se entusiasmen, plantando una semilla que quizá se mantenga en el tiempo”. La sociedad, el sistema educativo y la educación en casa son elementos clave para alcanzar un mundo más igualitario.
El 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, algo que en España ha dado pie a la creación de la iniciativa 11 de Febrero, que trata de llenar las agendas de actividades que contribuyan a eliminar los estereotipos de género en las carreras STEM, fomentando la vocación en niñas y adolescentes mediante la visibilización del trabajo de científicas y tecnólogas con el objetivo de crear roles femeninos en el sector y el análisis de las causas de la brecha de género en la ciencia.
Según ellos mismos explican en su web, “a día de hoy prevalecen multitud de sesgos inconscientes que hacen que las niñas opten menos por estudios STEM”, algo para lo que ponen en marcha multitud de charlas y talleres, exposiciones, mesas redondas, wiki-maratones para abrir páginas en Wikipedia de mujeres científicas y tecnólogas y un sinfín de eventos más.
Niña utilizando una tablet en clase
Siguiendo uno de los lemas clave de Ironhack, Tech has no age, Borràs tiene un mensaje para todas las jóvenes interesadas en ciencia y tecnología: “les quiero decir que si les apasiona el sector sigan adelante, porque al final se trata de hacer lo que a una le guste, de tomar la decisión con libertad. Por suerte, a día de hoy la gente es civilizada y se fomentan los entornos de trabajo positivos en los que todas somos bienvenidas”. Figuras como ella, que tuvo la suerte de desarrollar su carrera cerca de la brillante matemática y escritora especialista en inteligencia artificial y robótica Carme Torras, sirven para demostrar que aunque el camino por la igualdad cueste tanto trabajo, convertirse en un referente para todas las mujeres destinadas a revolucionar el entorno laboral científico es crucial.